El mejor enfoque sería volver a instalar las aplicaciones de nuevo. Sin embargo, eso no siempre es deseable, ya que implicará mucho trabajo.
Por ejemplo, el usuario ha personalizado en gran medida las aplicaciones, las aplicaciones tienen muchos elementos de preferencias que el usuario ha pasado durante horas ajustando, o las aplicaciones tienen complementos que el usuario ha instalado, etc.
Con un nuevo enfoque de instalación, estas acciones deberán repetirse meticulosamente y serán propensas a errores humanos.
Para manejar este escenario, la exportación de preferencias se puede realizar de varias maneras. Por ejemplo muchas aplicaciones guardan sus preferencias en archivo (s) bajo Library
. Si dichos archivos pueden ser identificados de manera confiable, el usuario puede copiarlos en la ubicación correspondiente en el nuevo sistema. Algunas aplicaciones mantienen sus preferencias en archivos de texto de configuración de fácil acceso que pueden copiarse.
El enfoque anterior puede implicar mucho trabajo y puede no ser deseable. Un enfoque más simple sería usar MacOS Migration Assistant. Esta función le permite transferir fácilmente configuraciones, aplicaciones y datos de una Mac a otra.
En el Artículo de soporte de Apple, , se puede encontrar una guía muy útil y concisa sobre cómo migrar su contenido a una nueva Mac .