Esto podría ser muy técnico, pero la respuesta es relativamente sencilla.
El acto de "ripear" se realiza en 2 etapas, leyendo el material de origen y escribiendo una versión convertida del mismo.
Para la música esto es sencillo, principalmente porque la tecnología es lo suficientemente antigua como para preceder a las cosas que luego se incorporaron a los DVD. Los CD de música no tienen ningún tipo de cifrado. Los datos están disponibles para que los use como mejor le parezca. Esto significa que cualquier persona puede leerlo sin requerir el uso de un decodificador con licencia, que puede cargar con prohibiciones de uso. Una vez que pueda leerlo, puede convertirlo, siempre que tenga un codificador adecuado, que Apple proporcione para permitir la codificación en los formatos que enumere.
Para una película, esto es diferente. El material de origen está cifrado y protegido contra copia de una manera en que los CD de música nunca lo fueron y nunca lo estarán. Esto significa que necesita un decodificador con licencia para poder leerlos. Los términos de la licencia a menudo determinarán que solo se puede decodificar para la reproducción y no para la conversión. La mayoría de las veces esto es puramente una distinción legal, y no técnica. Obviamente, Apple tiene que cumplir con los términos de estas licencias o no podrían proporcionarle, y como tal no le permitirán decodificar una película posteriormente, luego, en lugar de verla, codificarla en un formato diferente. Proporcionan un mecanismo de codificación para las películas, pero solo funcionará en archivos descifrados y descifrados. Por supuesto, no hay nada que impida que otros programas que Apple no suministre ignoren dichas restricciones de papel (o que proporcionen decodificadores de reemplazo que estén menos inhibidos en lo que permiten), y que se deshagan por completo.