Estrictamente hablando, no, no es necesario tener un iPhone para crear aplicaciones para el iPhone. El simulador de iOS hace un buen trabajo y te permite probar cómo es probable que tu aplicación funcione en una variedad de modelos de iPhone (u otros dispositivos).
Sin embargo, tener algunos dispositivos físicos en los que puedes instalar tus aplicaciones es ciertamente una ventaja. En mi propio desarrollo de aplicaciones ha habido varias veces que he identificado que algo simplemente no se ve bien en un iPod, iPhone o iPad (mientras que en el simulador se veía bien). Y, también he tenido casos en los que algo no se veía o funcionaba bien en el simulador, pero estaba bien en un dispositivo físico.
Solo tú puedes decidir si mantener tu iPhone te vale más que venderlo.